En situaciones de adversidad, las organizaciones globales requieren de líderes con propósito y visión de largo plazo, pero sobre todo, que cuenten con un alto grado de determinación, agilidad y un liderazgo trascendental.
La capacidad de liderar en la adversidad, la agilidad en la acción y la determinación, todas sincronizadas, permiten que las organizaciones se adapten y transformen, de tal forma que sigan operando durante y posteriormente a las situaciones de turbulencia.